STAR TREK, de Robert Wise (1979)

STAR TREK: La Película


Título Original: STAR TREK: The Motion Picture


"Toda resistencia sería fútil" (Spock)


En diciembre de 1979 se estrenaba en Estados Unidos "Star Trek: The Motion Picture", que suponía la llegada a la gran pantalla de la tripulación de la serie Star Trek, de las manos del oscarizado director Robert Wise.

Con un presupuesto de 45,5 millones de dólares (La Guerra de las Galaxias, estrenada en 1977, tuvo un presupuesto de la tercera parte), obtuvo en Estados Unidos una recaudación de 82 millones de dólares, por lo que abrió el camino para posibles secuelas. El espíritu "trekkie" había vuelto por la puerta grande, y era para quedarse.


Cosas que llaman la atención en este póster: obviamente contamos con el capitán (aquí almirante) Kirk y el señor Spock, el primero en tonos cálidos, que recuerdan a su tono apasionado e impetuoso de la serie, y el segundo en tonos fríos, que corresponden a su más que conocido tono neutro y carente de emociones por el que consiguió la fama. Además, aparece la nave protagonista, la USS Enterprise (NCC-1701). Y justo en el medio, entre la nave, Kirk y Spock, un rostro enigmático... el factor novedad iba a estar presente, nuevos personajes, la misma nave (reformada, eso sí) y la antigua tripulación, tan igual, tan tal cual, aunque eso sí, quizás desmejorada, y es que el tiempo pasa y no vuelve...

Un poco de historia

En septiembre de 1966 empezaba en la televisión un viaje, el de la nave estelar Enterprise en una misión de cinco años dedicada a la exploración de mundos desconocidos, al descubrimiento de nuevas vidas, de nuevas civilizaciones, hasta alcanzar lugares donde nadie ha podido llegar. El problema es que no duró cinco sino tres años, siendo cancelada en 1969 debido a los bajos niveles de audiencia. Una serie animada, emitida entre 1973 y 1974, intentó cubrir los dos años que faltaban de viaje, aunque nunca fue considerada canónica respecto al universo Star Trek. 

Estaba claro que la tripulación se resistía a desaparecer sin más, y entre varios proyectos de resucitar la serie, se decidió que su vuelta no fuese en formato de serie, sino en pantalla de cine. 

Los estudios de la Paramount propusieron el proyecto al oscarizado director Robert Wise, el cual, al no estar familiarizado con el universo de Star Trek visionó algunos episodios de los mejores de la serie. El director reconocería posteriormente que dirigir esta película no fue una de las experiencias más felices de su carrera.


Robert Wise (segundo por la izquierda) tenía 65 años en el estreno de la película, y reconocería que fue complicado el rodaje de la película, y que no disfrutó en ello, a pesar de su buena relación con los actores. El problema principal fue que la película comenzó a rodarse sin tener el guión completo, y que Wise alentó a los actores a ayudar en el guión, cosa que lamentaría, pues hacía que de un día para otro el guión tuviese que ser revisado una y otra vez. con montones de aportaciones de los actores a sus personajes, a los que decían conocer perfectamente. Cuentan que Wise llegaba optimista y sonriente al rodaje y salía del mismo cabizbajo y harto de las intromisiones de los actores, en especial de William Shatner (el capitán Kirk).  

¿De qué va?

Una amenaza desconocida viene camino de la Tierra, una gran fuerza destructora que ha resultado imparable hasta la fecha. La única posibilidad de detenerla parece residir en la U.S.S. Enterprise, la mítica nave, que reúne de nuevo a su  antigua tripulación con alguna que otra novedosa incorporación.

En concreto:

Segunda mitad del siglo XXIII. Una estación de vigilancia de la Flota Estelar, Epsilon Nueve, detecta una fuerza alienígena oculta en una enorme nube de energía, moviéndose a través del espacio hacia la Tierra. La nube destruye tres naves del Imperio Klingon y la propia estación de vigilancia. En la Tierra, la nave espacial Enterprise está experimentando una remodelación importante: su ex oficial al mando, James T. Kirk, ha sido ascendido a Almirante y trabaja en San Francisco como Jefe de Operaciones de la Flota Estelar. La Flota Estelar ordena al Enterprise, única nave en el rango de intercepción, investigar la nube, aunque no esté cien por cien operativa, obligando a acelerar los preparativos para su puesta en marcha. 

¿Por qué verla?

Si te llama el espíritu de la serie, más metafísico y filosófico que de pura acción, estás de enhorabuena. De todas las películas de la franquicia, ésta es la que más se acerca a esa idea transmitida por la serie original.

Mención aparte merece su banda sonora, responsabilidad de Jerry Goldsmith, nominada al Oscar a la mejor banda sonora, que acompaña de forma inquietante y adecuada el misterio que rodea a la misteriosa nube energética, y el trayecto de los protagonistas para descubrirlo.  

Mucha gente ve coincidencias en el desarrollo de la película con "2001: una odisea espacial" de Stanley Kubrik. 

Cosas que luego veremos desarrolladas en las series posteriores nacen aquí, por ejemplo, es la primera vez en toda la historia de la serie donde escuchamos lo que luego será una especie de himno en la serie: "la resistencia es fútil". Los fans ya sabrán a que me refiero...

La película narra el esperado retorno de la tripulación original, y se nota. La aparición pausada de cada uno de ellos integrándose en la narración poco a poco, dándose su tiempo y respetando los turnos, está bastante conseguida. 




La tripulación original se verá incrementada por la aparición de dos nuevos personajes, segundo y tercero a la izquierda en la foto. Se trata del capitán William Decker (interpretado por Stephen Collins) y de la teniente Ilia (interpretada por Persis Khambatta), que aportarán sangre nueva interpretando papeles de gran importancia en el devenir de los acontecimientos. 


¿Por qué no verla?

Se trata de un episodio piloto, pensado para una duración de 45 minutos, que ha sido alargado a 2 horas y pico. Ese alargamiento extremo se traduce en largas escenas contemplativas, y en una lentitud del desarrollo que no pasa desapercibida.

La balanza de interpretación está desequilibrada. Leonard Nimoy, como Mr. Spock, reluce por si solo. Correcta y bien llevada la interpretación del doctor McCoy, a cargo del actor DeForest Kelley. Todo lo contrario a William Shatner, como el almirante Kirk, con una interpretación sobre actuada. El resto de la tripulación, entre aprobada por los pelos y suspensa, dependiendo del actor. 

La magnitud y solemnidad del misterio de la nube energética nos deja perplejos cuando queda resuelto, quedándonos sumamente insatisfechos por su solución, que podríamos considerar que no está a la altura. 

Tanto Shatner como Nimoy, y el propio director, hablan de que esta película no fue del agrado de ninguno. Esto se plasma de alguna manera en el visionado por parte del espectador. 

En pocas palabras, resulta una película presuntuosa y pretenciosa. Si hubiera intentado ser más humilde, supongo que hubiera resultado mejor. 



La nave, reparada y mejorada para su aparición en cine, recibe unos minutos de homenaje. No hay que olvidar que es la mítica NCC-1701, lanzada en 2245, y que usó la tripulación original en la serie de televisión. Algunos datos técnicos: es de clase Constitution, las cuales fueron diseñadas para poder ser remodeladas y mejoradas sin necesidad de quedar obsoletas, y esto ocurrió en 2271 con la nave del capitán Kirk. Se comenzó su completa remodelación, de la que somos testigos presenciales en una larga secuencia. 

Ultimos apuntes:

La película obtuvo beneficios a pesar de que todo apuntaba a que iba a ser un colosal fracaso, tanto por el disparate de presupuesto (de uno inicial de 18 millones llegó a costar 45 millones de dólares) como por los problemas con el guión.

Los Klingon reciben su diseño final en esta película, la famosa frente de caparazón de tortuga, más allá del aspecto de mongoles que habían recibido en la serie. 

Si no fuera por lo elevado del presupuesto, resultaría graciosa la incorporación de lo que claramente son muñecos merodeando por el exterior de la nave, haciendo extrañas piruetas, y cuyo sentido lógico a veces escapa al espectador. Hasta aparecen volando junto a la nave, aunque esté en marcha!

Leonard Nimoy estaba enfrentado a Gene Roddenberry y a la Paramount, al primero por motivos personales, y a la Paramount por usar su imagen como Mr. Spock sin su consentimiento, y no quería saber nada de Star Trek. Tuvo que ser convencido por los altos ejecutivos de la Paramount, principalmente Jeffrey Katzenberg, quien se reunió con el en varias ocasiones para que entrara en el proyecto. De hecho, el primer guión de la película no contaba con el señor Spock entre sus personajes. 


CONCLUSIÓN:

Hay que verla, aunque sea una sola vez. Es parte de la historia de Star Trek, y el hecho de que los actores originales dieran el paso al cine provocaría que no pudieran volver a rodar una segunda serie para televisión, lo cual traería como consecuencia una nueva serie, LA NUEVA GENERACIÓN. Nada volvería a ser lo mismo desde entonces. 




Thank you for reading!!!





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